4 de noviembre de 2009
Un buen día...
y sin querer, quedé frente al gitano y le extendi mi mano, él estaba leyendo mi fortuna en las tres líneas que marcan mi destino, las palabras fluyendo de su boca sin parar buscando las direcciones, acontecimientos, yo tratando de seguir lo que dice, no he reconocido muchas cosas aunque en mi interior prometo hacer un examen de conciencia…y después de tanto solo se me ocurre preguntar algo totalmente incoherente... Otra vez los demonios flotando alrededor de mi.
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